HISTORIA DE MACK: EL CHUCHO MÁS FAMOSO

Mack es la palabra mágica por excelencia para definir al verdadero camión americano. Venerados, admirados y respetados, los Mack son a la industria del camión lo que Ford puede significar a la del
automóvil. La historia de Mack se remonta al nacimiento del siglo XX ya que en 1900, los cinco hermanos Mack John, más conocido por Jack, Augustus, Joseph, Charles y William F. Mack fundan su empresa en Brooklyn, populoso barrio de Nueva York.

Para bucear en la génesis de esta marca tenemos que remontarnos a 1893 cuando Jack y Augustus Mack compran la fábrica de carruajes y vagones Fallesen & Berry para la que ambos trabajaban. Pronto el “alma mater” de la empresa, Jack, cambia la estrategia ampliando la construcción de vehículos para la tracción animal y ferroviaria, fabricando vehículos propulsados por los novedosos motores de explosión, buscando en objetivo de la total revolución en el transporte de mercancías y de pasajeros,

Se dan los primeros pasos en 1900 diseñando un autobús de veinte plazas con motor de gasolina de 36 CV y transmisión por cadena, destinado al turismo de Brooklyn para el empresario Isaac Harris y que alcanzaba la increíble velocidad de 32 Km/h. El éxito fue rotundo ya que este vehículo rodó ininterrumpidamente durante 17 años por las calles de Nueva York. Hasta 1914 se fabricaron un total de 150 unidades ganándose una merecida reputación de solidez y fiabilidad. De este éxito Mack utilizó durante años la publicidad de “El primer Mack fue un autobús y el primer autobús fue un Mack”.

Con toda lógica, el siguiente paso fue la fabricación de camiones, basados en la experiencia del bus, para los que eligieron el nombre de “Manhattan” para diferenciarlos de los carruajes y vagones. Este primer camión sitúa el puesto de conducción sobre el motor, al estilo Cabover (COE), que permitía una total visibilidad y maniobrabilidad.

En 1905 la Mack Brothers Motor Car se traslada a Allentown, Pensilvania mientras que la producción de carros y vagones se mantiene en Nueva York. Montan el primer vagón motorizado o ferrobús.

Para expandir su negocio Mack Bros. aceptan el capital de JP Morgan y se asocian con la recién llegada a USA de la suiza Saurer. Crean la International Motor Company que no tiene nada que ver con la International Harvester, otra marca americana legendaria. Absorben a la Hewitt Motor Co. que les reporta la incorporación de Edward R. Hewitt, un genio de la mecánica que junto a Alfred Fellows Massury, serán los creadores del modelo Mack AC, más conocido como el “Bull dog”.

TAMBORES DE GUERRA

Los inicios eran muy prometedores con los hermanos Mack bien posicionados en el naciente sector del vehículo industrial americano. Por entonces fabricaban el modelo AB. Un camión de tipo medio, sencillo y adaptado a sus tiempos del que se fabricaron hasta 1936 unas 55 mil unidades.

Corría 1916 cuando el modelo AC, más robusto y con mayor capacidad de carga fue presentado. Su sólida construcción y la sencillez de sus soluciones mecánicas le permitieron estar en la cadena de
montaje hasta 1939 con sus correspondientes mejoras. Llegaron a producirse 40.300 unidades en este cuarto de siglo. El modelo AC le hizo ganarse a Mack un reputación internacional.

En un número aproximado de unos 2.000 fueron enviados a Inglaterra para ayudar a los “primos” en la I Guerra Mundial. Pronto los soldados ingleses apreciaron las grandes cualidades del Mack, comentando de ellos que “tenían la tenacidad de un bulldog inglés”.. por ello cuando había alguna tarea difícil de transporte los “tommies” reclamaban.. ”Mándennos a los Bulldogs yanquis”.

De esta leyenda nunca escrita arranca el origen de un símbolo internacional. El resultado que dieron los Mack AC por tierras de Europa fue ciertamente espectacular.

En 1920, Mack adopta el “Bulldog” como símbolo corporativo de marca, empleándolo en publicidad y marketing. Por entonces Mack ya era pionera en el empleo de filtros de aire y aceite que prolongaban la vida de sus motores. Así mismo comenzaron a utilizar silentblocks de goma para aislar al chasis y cadenas cinemáticas de vibraciones y ruidos. Para explotar esta innovación crearon la empresa Rubber Shock Insulator Co. para vender estos productos a otras marcas de la automoción.

En esa época se cambia el nombre de la compañía International Motor Co. por la de Mack Trucks Incorporated para diferenciarse de su competidora, la emergente International Harvester. En 1924 fallece en un accidente de automóvil el genio y creador de la empresa, John “Jack” Mack.

En los “felices años veinte” Mack está entregada a la renovación de su exitosa y legendaria gama AC. Surgen entonces las series BJ y BB que representan un esfuerzo para estar a la altura de las nuevas necesidades y requerimientos de un pujante y competitivo sector del transporte de mercancías por carretera. Más de 15.000 camiones de estas gamas fueron producidos hasta su cese en 1941. Se aumenta la potencia de los frenos hidráulicos gracias al empleo del depresor de vacío. Mack se integra como constructor de remolques y semi- remolques con los que completa su oferta.

LA EDAD DE ORO

Cuenta la leyenda que en una convalecencia en un hospital, Alfred F. Massury, ingeniero jefe y piedra angular de Mack Trucks, talló un bulldog en una pastilla de jabón. Otros apuntan que fue en madera. Lo
cierto es que en jabón o en madera, el bulldog fue registrado en la oficina de patentes y desde entonces aparece en los frontales de los camiones Mack. Primero en el tapón del radiador y luego como
emblema de la marca. Corría el año 1932.

La gama E de medio tonelaje fue presentada en 1936. Era un camión de líneas aerodinámicas y diáfanas que tenía una MMA de 10,5 Tm y se comercializó en versiones “Conventional o Cabover”. Aplicando el lema del desaparecido Jack Mack, “diseño equilibrado” se construye el primer motor diésel “made in Mack”. En 1940 se presenta la gama L que es polivalente, adaptándose a múltiples tipos de transportes y servicios.

El territorio de los “off road” también fue explorado por Mack con las series AP, LR y LV. Por su parte la serie M aportaba capacidades de carga de 15 a 100 Tm netas.
Como en la primera Guerra, Mack es requerida para el esfuerzo militar durante la II Guerra Mundial. Su aportación propició la entrega a la US Army de más de 35.000 vehículos de diversa configuración siendo la de los camiones la más numerosa. La logística tuvo en Mack un fiel aliado así como otras marcas americanas.

Tras la guerra y en la década de los cincuenta, una pequeña revolución interna se produce puertas adentro de Mack. De la factoría de Allentown surgen las gamas G, H y B. La gama G presentaba una
cabina muy cuadrada fabricada enteramente en aluminio y que era destinada al mercado de la Costa Oeste. Por su parte la serie H fue bautizada como “Cherry Picker”, o recolectores de cerezas por la altura de la cabina que ya permitía acoger un motor diésel.

Mediados los cincuenta Mack intenta el asalto del mercado europeo comprando Bernard, una marca francesa de prestigio pero con graves problemas financieros. Hace lo propio en los Países Bajos con algún constructor local. Pero el negocio fue desastroso y Mack tuvo que retirarse a su mercado tradicional.

De las tres, la más exitosa fue la gama B. Era un “Conventional” de suaves líneas redondeadas que aportaba la primera versión del famoso motor Thermodyne de inyección indirecta pero que representaba un extra de economía y rendimiento en el transporte. Se fabricó hasta 1966 con un total de 128.000 ejemplares. Las gamas H y sobre todo la B comenzaron a importarse tímidamente en España a finales de los cincuenta y tras los tratados con USA propiciados por el presidente Eisenhower, la relación de Mack con nuestro país ya fue fluida y constante.

LA PLENA EXPANSIÓN

La década de los sesenta marca la expansión de Mack por todo el mundo. Se abren subsidiarias en todos los continentes si bien las principales plantas de fabricación permanecen en USA, sobre todo las de Allentown y Macungie. Se compra la marca Brockway Motor Co que fabricará con ese nombre hasta 1977.

Se presentan a bombo y platillo las gamas R y F. La primera es un COE que viene a sustituir a los G y H, unificando criterios y producto. Por su parte los F tienen la noble tarea de sustituir a los venerables B que tanto éxito han aportado a la marca.

Debuta el fantástico motor diésel de inyección directa Maxidyne que toma el relevo del vetusto Thermodyne. Es un motor de concepción muy moderna con los pistones de dos materiales; aleación de aluminio para la cabeza y de acero para la falda. Su rendimiento en potencia y par a todo régimen superaba a otros motores diésel de su época. Este motor cuenta en 1971 con su propio freno motor de descompresión, el Dynatard y un sistema de post-enfriado aire aire. También hace su aparición el V8 END 865 que en versión atmosférica entregaba 255 CV y que años más tarde y tras muchas mejoras veremos convertido en el EE 9 del Renault AE 500.

También se presenta una nueva caja de cambios revolucionaria, la Maxytorque Extended Range Transmission que contaba con tres ejes y que la convertían en prácticamente indestructible por su alta capacidad de par. Las gamas R y F poblaron nuestras carreteras gracias a un buen importador como vasco Mintegui. Algunas empresas de transporte como Olloquiegui o San José apostaron por estos modelos para la incipiente actividad del transporte internacional.

Los Cruise Liner y Ultra Liner son presentados en 1974 y 1977 respectivamente con sensibles mejoras tanto técnicas como a nivel del confort del conductor ya que se incluye por primera vez la suspensión
neumática para los ejes motrices. La filosofía de Mack siempre había sido fabricar al completo sus camiones y autobuses. Sin embargo y a requerimientos del mercado se abre a aceptar componentes de otros proveedores a instancias de sus clientes. De esta forma los motores Detroit, Caterpillar o Cummins pasan a formar parte de las líneas de montaje de Mack. Las cajas de cambios Eaton o Spicer, así como los ejes Rockwell o Hendrickson son montadas para satisfacer esa forma de construir bautizada como “Tailored System” o camión a medida del cliente.

Per Mack guarda un as en la manga para distinguirlos. El “Bulldog” que adorna la calandra será dorado si todos los componentes son “made in Mack” o plateado si llevan alguna pieza o parte que no sea de
la marca.
Esta apertura de la empresa a mercados globales posibilita que la francesa Renault R.I. entre en el accionariado de Mack en 1979 con un 10% del capital.

A principios de los ochenta se lanza la nueva gama MH Ultra Liner versión COE que será el último con esta forma constructiva para camiones de la clase 8. Monta una cabina ligera donde se emplea la fibra de vidrio reforzada con estructura de metal. Se consigue un ahorro de peso muerto muy notable. De la colaboración con Renault se importa el Renault Midliner para aplicaciones de distribución y reparto en las clases 6 y 7.

Llega al mercado en 1988 la gama de convencionales la gama CH diseñada para transporte de larga distancia. Están equipados con el nuevo motor E 7 de doce litros de cilindrada. Ofrece un abanico de
potencias de 250 hasta 454 CV. Este motor cruzará el Atlántico para animar el Renault Magnum, sustituyendo a la vieja mecánica de génesis Berliet. Dos años más tarde recibirá la gestión electrónica V-MAC. En 1999 hace su aparición el Mack Visión que es un camión clase 8 diseñado desde 0 para brindar mayores niveles de confort para el chofer sin comprometer los costes operativos. La gama CH compartirá mercado con por los Mack Visión.

EN LA ACTUALIDAD

El cambio de siglo le llega Mack con grandes y profundos cambios. El más fastuoso consiste en la celebración de su primer siglo de vida. En 2000 también marca el control de la marca por la sueca Volvo, que ya poseía la titularidad de otros fabricantes USA como White, GMC, etc. La operación necesitó de la aprobación del Departamento de Justicia. Se cambia la producción de los CH y Visión de la planta de Winnsboro a la factoría de Volvo en New River Valley.

También cambia de ubicación las oficinas centrales de Allentown a Greensboro, sede central de North América Volvo Trucks.
La dirección de los ejecutivos de Volvo se deja notar con una ampliación de la oferta. Son presentados en sociedad los modelos Pinacle y Granite para aplicaciones de gran ruta y obras, así como una total remodelación de la gama Terra Pro para servicios municipales, de incendios, etc.

Como en otros casos de marcas “controladas” por marcas europeas, las sinergias de fabricación tienden al empleo de componentes similares a ambos lados del océano tratando de utilizar sus propias cadenas cinemáticas. Es el caso de Kenworth o Peterbilt con Daf y no iba a ser menos con Mack. Poco a poco se trata de conquistar al cliente con mecánicas europeas, al tiempo que se mantiene la tradicional “Tailored System” para los clientes más exigentes, sobre todo autónomos, que prefieren hace el camión a su gusto y medida. De forma inteligente, como ya lo hiciera con la adquisición de Renault V.I., Volvo ha mantenido perfectamente separadas las marcas. Son conscientes de que en vehículo industrial 1+1 no significa siempre 2, como el triste caso de Iveco haciendo desaparecer la marca Pegaso. Por ello los nuevos propietarios de la legendaria marca del Bulldog siguen manteniéndola plena de actividad y personalidad propia aunque compartan muchos componentes de su matriz sueca.

La última novedad en Mack es el Anthem, un convencional clase 8 de larga distancia, presentado en 2017, que aporta todos los avances tecnológicos y electrónicos de las nuevas generaciones de camiones.

ALBERTO PUERTA

CRONOLOGÍA DE MACK

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